martes, 26 de diciembre de 2017

Me tomo un tiempo y escribo. Me tomo un tiempo y prosigo.

Deambulando fascinada entre esquinas convexas
Maquinando ruidos de complejas destrezas,
La mente transita, se apasigua y consume
Va irradiando a la par imágenes recuerdos  y uno que otro perfume.
Que bien le sienta despejar sonidos.
Lamentos de una ciudad, que surgen lejanos entre el tic tac y el tac tac a unísono taladrar de reloj y teclado.
Si bien hay circunstancias que afrontar,
desde las entrañas de una cobija boreal,
nada merma el candoroso momento de disfrutar el no madrugar.
Y que decir del almuerzo y cena...
Espectante nada en la alacena junto con arroz a lo ayer y atún enlatadé,
es mejor que picadillo de estrés envuelto en smog de palabras a la centrohistoriqué!

¿Qué huella dejamos a nuestros hijos?

  Sé que muchos no leerán la siguiente lista de enunciados y reflexiones, pero para aquellos a los que llamé su atención, les insto a que le...