Levité y aún sigo escalando el infinito.
Qué es esta euforia a la que me enfrento?
Me absorbe, me diluye....
Y de pronto el miedo, temor a lo desconocido.
Pero me encanta.
Respiro un aire nuevo,
se hinchan mis pulmones de alegría,
un big bang dentro de mí.
Te veo entre mis poros,
te siento en mi mirada.
Y me encantas.
Cuanto durará esta simetría?
Qué se yo.
Pero la tomo, lo arriesgo todo y pago por ver.
Me susurras que te sientes igual y yo lo dudo.
Lo siento, mi terquedad frena a mi confianza.
Solo los segundos a su paso,
convertidos minuto a minuto en apacibles días,
serán quienes promulguen y validen
la verdad de esta sensación que nos agita.
He dejado mi corazón vulnerable,
desgasté las amarras que lo entumecían,
ahora vaga frenético y un tanto desbocado
buscando estribos de felicidad que lo apacigüen.
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