jueves, 24 de julio de 2014

Historia abstracta de una treintañera primeriza. Historia inconclusa... cómo todo




Datos históricos:
32 años de edad
10 años de profesional
2 años de noviazgo
1 perro
0 gatos
0 hijos.

Personalidad:
En la pubertad una rara niña, taciturna y desacoplada , entrando a la adolescencia una especie de melodramática joven rara con tendencias al ensimismamiento, en la veintena básicamente rara. Hoy por hoy una rara común del gran mundo común de los raros.

Rasgos físicos:
Blandita, pequeñita  y rellenita, casi casi como una especie de "omota porota". Ligeramente bizca (nada notorio), cabello con personalidad propia, ojos camaleónicos, dedos largos y delgados,  piel tercita. Juanetes.

Creencias:
Energía vital
Vibraciones positivas de la naturaleza
Ley de la causa y efecto

Gustos:
Intentar cuidar el medio ambiente
Ser internauta
Querer ser "intelectual"
Investigar, indagar, informar
Casi todos los animales en especial los perros
Conocer el mundo y sus culturas (aunque sea por internet :( )

Disgustos:
El maltrato a los animales
El desperdicio y gasto innecesario de cosas y recursos.
Esperar
Cocinar
Cualquier quehacer del hogar
El futbol
La mentira
El resto de animales que no entraron en el listado anterior (bichos y los gatos que se acercan excesivamente)

Gustos que se pueden transformar en disgustos y viceversa
La cerveza, el wisky y el vino
Conversar de arte
La farra
Cumplir a cabalidad las leyes
Los gatos
Los niños

Miedos
Todos

Ganas de:
Aprender a dibujar
Tener solvencia monetaria
Tener solvencia de palabra
Triunfar en la vida, alcanzar las metas y logros tanto profesionales como personales sin tener que pisotear a nadie y que mi esfuerzo sea apreciado. Bah!
Viajar

Anécdotas e historias con tinte cómico (y otras no tanto)
La muerte de mi hermano
La primera vez que conocí a mi chico
La segunda vez que nos reconocimos
Los dos perros de mi vida
El surgimiento de la pandilla
El día que conseguí trabajo estable. El día que lo perdí
Las largas vacaciones sin fecha de cierre
Los sueños de un negocio propio
La moda de las perforaciones
El día que boté mis zapatos verdes.











DÍAS DE MIERDA

En ese digamos, incómodo proceso de querer trascender, me enredé en mis debilidades y las infames son tan poderosas que se filtran en mis venas ahogándome lentamente.

No es que no quiera continuar caminando en la vía, es solo que no siento el horizonte, no logro divisar ni si quiera una pálida respuesta, todo es absolutamente oscuro y confuso, y en ese detrimento pierdo los estribos (aún cuando nunca los tuve).

A veces presiento que una fuerza vital intenta erguirse dentro, pero no pasa mucho tiempo y la falta de perspicacia que late en mí,  me demuestra que aún soy tan puberta en ciertos asuntos.

Año tras año he abastecido a mi intelecto de conocimiento, pero llega un ligero punto en el que siento que no es suficiente y entonces declino, me  subyago y me pierdo en marañas de ideas negativas. 

Hoy es un día de esos, un día de mierda, un día que aún cuando el sol quema radiante y cunicular las sombras de mi cabeza me nublan. Y al margen de estas palabras no queda más que echarse a dormir.



¿Qué huella dejamos a nuestros hijos?

  Sé que muchos no leerán la siguiente lista de enunciados y reflexiones, pero para aquellos a los que llamé su atención, les insto a que le...