1. Tenemos sentimientos y a veces si nos duele cuando (no) le caemos mal a alguien.
2. En ocasiones hablamos en serio y da rabia que la gente no distinga y valore esos momentos.
3. Es una desgastante responsabilidad tener la respuesta correcta, en el momento oportuno, obviamente para importunar.
4. Incordiar sí, faltar el respeto no. La línea es tan delgada que resulta complicado no cruzarla a veces y luego debes asumir las consecuencias.
5. Se dice que tenemos una gran inteligencia para tener la respuesta incómoda oportuna... Y es esa misma inteligencia la que nos dice que no creamos todo lo que se dice...
6. Se dice que tenemos un ego muy grande...¿En realidad creen que tenemos tiempo de creernos la gran cosa si andamos maquinando cómo incordiar a las personas???
7. Mientras más seas parte de nuestros incómodos chascarrillos, significa que existe una mayor estima. Así que, si has sufrido en varias ocasiones con nuestros incordios, siéntete bendecido con una incondicional amistad.
8. Disfrutamos de los comentarios de otros sarcásticos, siempre y cuando vibren en la misma sintonía, si no, siempre está de promedio la "pokerfeis" y los ojos entorchados hacia arriba, en la mente.
9. Nos toca mordernos la lengua para no salir con babosadas, en esos momentos en los que incordiar podría verse como políticamemte incorrecto. Pero esa misma lengua se venga después de uno mismo, incordiando con nuestra correcta política de amor por lo sardónico
10. Antes de publicar cosas irreverentes, pensamos en nuestros padres, tíos, suegros, profesores, jefes y todos aquellos que están en nuestras redes y se pueden escandalizar con lo que dices. Y entonces decimos ya nadafff alv.
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