Ciegos andamos, esquivando basurales, huyendo en línea recta hacia un descuidado amanecer. El pasado nos interroga haciéndonos lucir culpables y lo único que logramos es cubrir nuestros ojos con retazos de vergüenza.
No pudimos concordar en las ideas y qué! al menos sabemos quienes fuimos, por un lapso intermitente supimos decir adiós y te quiero al mismo tiempo.
Qué cruza por mi mente me preguntas? Ni yo misma lo sé. Hay días en que pienso en la desdicha, hay tardes que se me antojan apasibles, hay noches.... ah! las noches, largas, punzantes, implacables; eso pasa, ni yo misma sé.
miércoles, 20 de julio de 2011
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