Busco entre la niebla mi cordura, para crecer en ti;
fulminar el pasado, desterrarlo hacia el vacío.
Soy brisa nueva que briosa vuela alto,
renazco en tus palabras y lentamente y suavemente;
me aliviano, danzando en el vendaval de tus misterios.
Palpito en tus sonrisas, me distraigo en tus pestañas,
seducida voy hacia tus labios y tiemblo inocente ante tu cuello.
Cuando transito frente a ti, miro tu alma y sonrío;
y cuando me estrechas en tus brazos,
pongo nombre a tus caricias y las llevo al corazón.
Eres real en el aquí, en fracciones de presentes segundos,
es ahora cuando me sujetas de la mano y me guías junto a ti,
me entregas en tu voz el alma, iluminando mis atardeceres.
Se muy bien que tu estadía no está comprada,
ni asegurada tu presencia a mi vera;
pero mientras dure, mientras permitas a tu ser pensarme,
aún cuando sea un exiguo y fugitivo instante, que nos fulmine por igual; o toda una dichosa vida que nos ate de costumbres y vejez,
no puedo más que alegrarme, brindar en radiante celebración
y agradecerle sea ya, al inmutable destino o al impetuoso azar,
que nos unió en el correcto pausar de nuestras realidades.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
¿Qué huella dejamos a nuestros hijos?
Sé que muchos no leerán la siguiente lista de enunciados y reflexiones, pero para aquellos a los que llamé su atención, les insto a que le...

-
La obra de Caravaggio, su influencia en el pensamiento religioso de la época y en su propia vida. INTRODUCCIÓN Europa siglo...
-
Enclavado en el lugar denominado por Carlos I de España como Villa Imperial de Potosí, se avista imponente hasta nuestros días el Cerro Ric...
-
Hoy precisamente hoy se reúnen en sus minúsculas realidades todos esos (incluyéndome)que aseguran que hoy hace años A no nos conquistaron. ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario