miércoles, 29 de agosto de 2012

EL CORRECTO PAUSAR DE NUESTRAS REALIDADES

Busco entre la niebla mi cordura, para crecer en ti;
fulminar el pasado, desterrarlo hacia el vacío.
Soy brisa nueva que briosa vuela alto,
renazco en tus palabras y lentamente y suavemente; 
me aliviano,  danzando en el vendaval de tus misterios.

Palpito en tus sonrisas, me distraigo en tus pestañas,
seducida voy hacia tus labios y tiemblo inocente ante tu cuello.
Cuando transito frente a ti, miro tu alma y sonrío; 
y cuando me estrechas en tus brazos,
pongo nombre a tus caricias y las llevo al corazón.

Eres real en el aquí, en fracciones de presentes segundos,
es ahora cuando me sujetas de la mano y me guías junto a ti,
me entregas en tu voz el alma, iluminando mis atardeceres.

Se muy bien que tu estadía no está comprada, 
ni asegurada tu presencia a mi vera; 
pero mientras dure, mientras permitas a tu ser pensarme,
aún cuando sea un exiguo y fugitivo instante, que nos fulmine por igual; o toda una  dichosa vida que nos ate de costumbres y vejez,
no puedo más que alegrarme, brindar en radiante celebración
y agradecerle sea ya, al inmutable destino  o al impetuoso azar,
que nos unió en el correcto pausar de nuestras realidades.


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