Desatar las amarras del pasado,
distraerme en tus ojos capulí,
no pensar en el llanto de otras noches,
liar firme nuestras almas y fluir.
Desvanecer los miedos, los dolores,
encender la luz pulsante de vivir,
caminar juntos y libres entre la lluvia,
reír a cada esquina y así fluir.
Devolver al rostro la alegría,
soltar el equipaje del temor,
sentir las palpitaciones hacerse una,
mirarte, sonreirte y al fin fluir.
viernes, 21 de septiembre de 2012
lunes, 17 de septiembre de 2012
NOCHES VACÍAS (O REQUIEM DEL SUEÑO)
Un ruido enceguecedor se me incrusta hasta la médula, vacilante viene y va en un incesante, incómodo y desquiciante repicar que me adormece hasta los dientes.
Me encuentro esperando la madrugada que me aniquile, mientras divago sin poder hacer alianza con el sueño.
Cierro los párpados. Es inútil, la ausencia inunda la habitación y no me deja respirar si quiera.
Me encuentro esperando la madrugada que me aniquile, mientras divago sin poder hacer alianza con el sueño.
Cierro los párpados. Es inútil, la ausencia inunda la habitación y no me deja respirar si quiera.
domingo, 9 de septiembre de 2012
LA PERFECCIÓN DE ESTE PRESENTE
La perfección de este amor.
El de ahora, el de este instante, el de aquella madrugada.
Horas antes frente a esa cruz,
un deseo surcó nuestra razón,
en silencio, con exigua brisa entre los dos;
tú y yo supimos que era el mismo.
Anhelo tanto fluir contigo,
tomarnos de la mano y solo correr;
libres, exquisitos, perpetuos y así, sin más
perdernos en la inmensidad, sin ataduras.
Me pides te tenga fe, y quiero hacerlo,
con todas mis fuerzas lo quiero;
pero en pequeños lapsos de vida,
por vanos instantes,
no me preguntes porqué, flaqueo.
Por ahora te entrego mi corazón
aún con cicatrices, triste y herido;
pero ten paciencia, el quiere amarte;
es solo que aún se siente inseguro.
Navego y me encuentro en tu mirada,
en tus sonrisas, en tus palabras,
!como adoro tus palabras!;
esas que me incitan a creer, a confiar,
a entregarme.
Y a este punto, antes de continuar,
de avanzar en nuestra vida,
a tu consciente le pido "no me falles",
sé mi complemento, apacigua mis ansias,
distráeme de las aflicciones
que a momentos me agobian,
cuídame y sé mi amor perfecto.
El de ahora, el de este instante, el de aquella madrugada.
Horas antes frente a esa cruz,
un deseo surcó nuestra razón,
en silencio, con exigua brisa entre los dos;
tú y yo supimos que era el mismo.
Anhelo tanto fluir contigo,
tomarnos de la mano y solo correr;
libres, exquisitos, perpetuos y así, sin más
perdernos en la inmensidad, sin ataduras.
Me pides te tenga fe, y quiero hacerlo,
con todas mis fuerzas lo quiero;
pero en pequeños lapsos de vida,
por vanos instantes,
no me preguntes porqué, flaqueo.
Por ahora te entrego mi corazón
aún con cicatrices, triste y herido;
pero ten paciencia, el quiere amarte;
es solo que aún se siente inseguro.
Navego y me encuentro en tu mirada,
en tus sonrisas, en tus palabras,
!como adoro tus palabras!;
esas que me incitan a creer, a confiar,
a entregarme.
Y a este punto, antes de continuar,
de avanzar en nuestra vida,
a tu consciente le pido "no me falles",
sé mi complemento, apacigua mis ansias,
distráeme de las aflicciones
que a momentos me agobian,
cuídame y sé mi amor perfecto.
miércoles, 5 de septiembre de 2012
NUBES NEGRAS
Todo me enceguece.
Sal de mí nube negra, desaparece, desvanécete, déjame ser feliz.
Incertidumbre, eso soy.
Párpados pesados de tanto cavilar, sombras revoloteando en mi mente.
En la cercanía de mis ausencias te veo caminar, erguida, muy simpática,
pero feroz, odiosa y desagradable a la vez.
Vas sigilosa envileciéndome a tu paso, te siento amarga correr en mi interior.
Esfúmate de una buena vez.
Ya no me persigas más, desátate de mí y déjame huir.
Sal de mí nube negra, desaparece, desvanécete, déjame ser feliz.
Incertidumbre, eso soy.
Párpados pesados de tanto cavilar, sombras revoloteando en mi mente.
En la cercanía de mis ausencias te veo caminar, erguida, muy simpática,
pero feroz, odiosa y desagradable a la vez.
Vas sigilosa envileciéndome a tu paso, te siento amarga correr en mi interior.
Esfúmate de una buena vez.
Ya no me persigas más, desátate de mí y déjame huir.
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