Que si quiero comérmelo al mundo me lo como!
Yo no vine a matar a nadie, pero sin merecerlo los maté o por lo menos los enganché; ahí en la carnada, les veo oscilar; los miro con esa maldad de niño, esa a la que realmente no se le puede llamar maldad tan solo "experimentación". Y cuando he terminado, me levanto, limpio mis rodillas y me voy campante, taratendo alguna canción.
En bandeja se me sirven las oportunidades, tomo una, tomo otra al azar, ninguna me satisface... solo espero al gran manjar, aquel que me llene y me sacie hasta el punto de decir no más.
Y cuando llegue no lo dejaré escapar, me lo comeré todo, relamiéndome los dedos para no dejar ni un solo ápice de él, lo disfrutaré lo gozaré lo haré parte de mi ser.
No tengo un límite más que el que yo misma me pueda inferir, y hasta allá quiero llegar hasta el punto en el que deba decirme que lo he logrado todo que ya no hay más allá entonces y solo entonces voltearé por encima de mi hombro y sonreiré al ver todo lo que yo, Ana simple Ana he conquistado.
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