jueves, 17 de febrero de 2011

AQUEL ALTER-EGO QUE SUCUMBIÓ EN EL TIEMPO

Revisando sin un porqué en el armario del recuerdo, por falta de organización se desploma ante mi una avalancha de libros, textos, escritos y demás, horrorizada por lo sucedido me dispongo a ordenar y me quedo ahí, leyendo de otros tiempos.
Entre todo esto encuentro dos libretos, sí, dos libretos de teatro, enseguida el corazón se me paraliza por nanosegundos, abro primero el uno, en la primera hoja su título "BODAS DE SANGRE', de reojo veo el otro que está aún en el suelo, lo recojo y veo que le faltan las primeras hojas; retomo el anterior "anillado y la emoción me embarga.
Está ahí, destacado con resaltador el personaje que interpretaba MADRE poco a poco vienen los recuerdos de esa época, primero el conocerse con el escenario, el reconocer todo lo que ahí debía estar para que pueda llamarse un escenario (sin importar que esto sea simplemente un área y un par de telas para el telón). Los ensayos, el vestuario, la utilería, la "huevadilla"n (coctel de licor) que era parte de una escena pero que fue parte tácitamente de cada reunión de las teatreras (no se si esto es real o es solo como yo lo recuerdo).
Tomo el otro guión y recorro sus hojas hasta encontrar nuevamente el personaje resaltado, en este caso es la TÍA, me pregunto porqué en ambos fue un personaje de vieja y me respondo... es porque ambos son de carácter fuerte así como el mío (es eso en verdad?) y recuerdo que también hubo otro personaje que nació pero fue muerto casi al instante HÉCUBA tal vez con el que más me hubiese identificado. Este segundo libreto haciendo un esfuerzo recuerdo era de la obra "DOÑA ROSITA LA SOLTERA"
Y hubo también otros personaje, de los que casi he perdido el rastro, solo tengo las roídas remembranzas del vestuario, del ambiente, la locura, la pasión..... no, no lo recuerdo, lo siento.
Todo esto quedó varado en el baúl del olvido, retomarlo.... no se si lo pudiera, pero fue algo muy parte de mí en algún punto de mi vida, de lo que me sentía orgullosa y que me dio cierta libertad,
Ahora solo me queda recoger todos estas hojas gastadas y guardarlas otra vez hasta que en otra ocasión se repita el mismo proceder: desorden, destino que bota todo al piso, yo recogiendo y reviviendo otra vez el mismo sentimiento que me acoge en estos instantes.


Antes de cerrar el capítulo también encuentro fotos, desgastadas, oxidadas y casi borrosas por un pecado mío, fotos del personaje y al verme ahí con otras ropas, canosa, con arrugas, una sonrisita se deja ver en la comisura de mis labios.....algún rato las cuelgo.


Aún sigo Esperando a Godot!!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Qué huella dejamos a nuestros hijos?

  Sé que muchos no leerán la siguiente lista de enunciados y reflexiones, pero para aquellos a los que llamé su atención, les insto a que le...