Si me miras yo te miro, si dejas de hacerlo; continúo.
Que idiotez cometo al sonreirme, fingiendo audazmente que nada pasa.
Pasa... y es de verdad algo considerable.
No puedo dejar de pensarte, de soñarte, de escribirte, de absor-verte; pero de ti ya solo van quedando sombras torpes y ciegas.
Es acaso mi negación lo que te aleja?
O eres tú simplemente que ya no eres más nosotros.
Te bese y no sé si fue el instinto de supervivencia o los litros de alcohol que se derramaban en mi sien, que logré mitigar el sentimiento de añoranza, por lo menos por instantes.
Me besaste. Y en tus besos no encontré la calidez que antes bramaba en "ese aquí y ahora" que se marchitó en el tiempo.
Te miro y me dueles, porque te busco y ya no estás, ya no eres eso que amaba, ya no soy la que era tuya, y me dueles.
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