jueves, 21 de agosto de 2014
In sen sa tez...
La inopia llegó al punto extremo. Deudas al portador, fondos en negativo que imposibilitan el pago del plan telefónico, invitaciones con tinte de manutención, pendientes a la contribución del impuesto a la renta, sueños diluidos. Todo conjugado en un solo momento, en una sola etapa. La escasez llegó a tal, que hasta Calíopese se aburrió de rondar.
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