Me voy robando tus sonrisas, las plantaré en mis atardeceres y esperaré a que se hagan llanto.
Te entregaré unas palabras y nada más, luego me olvidaré de ti y te olvidaré de mí.
Pero si sigues aquí, pese a mi soberbia actitud, entonces lo harás más difícil. Jamás he sido tan vil cómo hasta ahora.
Y ya no quiero serlo y por eso te lo digo, si continúas aquí cuando despierte, te acribillaré el corazón y en tú agonía me reiré y si aún así tú sigues pensando en mí, entonces lentamente mientras vayas apagándote empezaré a quererte.
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