domingo, 7 de agosto de 2011

CUANDO DESEMPACARÉ..


Me sustraje de lo irreal que es vivir sin el cadente repicar de tus latidos.
Soñé aterrada en perderte;  acercándose la mañana desperté sabiendo que era verdad tu extravío, ahora  no entiendo exactamente que sentir, creí que sin tu presencia me desvanecería, y sigo aquí, con la tristeza que empuña una daga en mi espalda.
El frío de tu indiferencia me recorre, lo siento tan dentro de mí, ese frío que te cala en las entrañas, que doblega y te hace desistir de sonreir.
Hoy quiero dejarte ir, cada lunes me propongo hacerlo, pero me resulta tan difícil, tan extraño pensar ya no escucharte más, saber que estás ahí y no estás. 
Es esto lo que queremos? Es tan complicado el perdonarnos? Cómo puede ser posible que suponiendo existe por lo menos un ápice de amor, éste no nos  someta y nos ate otra vez?
Cuánto debo esperar para poder sacarte de mí, cómo despojarme de ti, qué debo hacer para simplemente continuar sin mirar hacia lo que fuimos y solo  llevar a cuesta el equipaje sin que peso.....vacío.

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